Trastorno de ATM: Síntomas, causas, tratamiento y prevención

4/11/20247 min read

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¿Qué es el trastorno de ATM?

El trastorno de ATM, abreviatura de trastorno de la articulación temporomandibular, es una afección que afecta a la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. Esta articulación es esencial para realizar acciones como masticar, hablar y abrir y cerrar la boca. Cuando esta articulación se ve afectada, puede causar una serie de síntomas y molestias que pueden afectar la calidad de vida de una persona.

El trastorno de ATM puede ser causado por una variedad de factores. Algunas de las causas más comunes incluyen el estrés y la tensión en los músculos de la mandíbula, el bruxismo (rechinar de dientes), la artritis, el desgaste del cartílago en la articulación, lesiones en la mandíbula o en el área de la cabeza y cuello, y problemas de alineación de la mandíbula.

Los síntomas del trastorno de ATM pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen dolor en la mandíbula, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos o crujidos al mover la mandíbula, dolor de cabeza, dolor de oído, dolor al masticar o hablar, y sensación de bloqueo o rigidez en la mandíbula.

El diagnóstico del trastorno de ATM generalmente se realiza a través de una evaluación clínica por parte de un dentista o especialista en trastornos de la ATM. Durante esta evaluación, se pueden realizar pruebas como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para evaluar la estructura y función de la articulación.

El tratamiento del trastorno de ATM puede variar dependiendo de la gravedad y la causa subyacente. Algunas opciones de tratamiento pueden incluir terapia física para fortalecer los músculos de la mandíbula, el uso de férulas o protectores bucales para reducir la tensión en la articulación, medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, y en casos más graves, cirugía para reparar o reemplazar la articulación.

En general, es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de trastorno de ATM, ya que el diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida. Además, adoptar hábitos saludables como evitar el estrés, mantener una buena postura, evitar alimentos duros o pegajosos y practicar técnicas de relajación pueden ayudar a prevenir o controlar los síntomas del trastorno de ATM.

Síntomas del trastorno de ATM

Los síntomas del trastorno de ATM pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor en la mandíbula, la oreja o la zona facial
  • Dolor al masticar o hablar
  • Dificultad para abrir o cerrar la boca
  • Chasquidos o crujidos al mover la mandíbula
  • Dolor de cabeza o migrañas
  • Dolor en el cuello y los hombros
  • Dolor de oído o zumbido en los oídos
  • Problemas de sueño, como insomnio o despertarse con dolor en la mandíbula
  • Problemas de visión, como visión borrosa o sensibilidad a la luz
  • Dolor en los dientes o sensibilidad dental

Estos síntomas pueden ser intermitentes o constantes, y pueden empeorar con el estrés o la tensión emocional. Además, algunas personas también pueden experimentar mareos, problemas de equilibrio o dificultad para tragar. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento adecuado.

Causas del trastorno de ATM

La causa exacta del trastorno de ATM no siempre está clara, pero hay varios factores que pueden contribuir al desarrollo de esta afección. Algunas de las posibles causas incluyen:

  • Lesiones en la mandíbula o la articulación temporomandibular
  • Bruxismo (rechinar de dientes) o apretar los dientes
  • Artritis en la articulación temporomandibular
  • Maloclusión dental (mala alineación de los dientes)
  • Estrés y tensión emocional
  • Malos hábitos posturales
  • Desgaste excesivo de los dientes
  • Problemas de la musculatura facial
  • Factores genéticos

Es importante tener en cuenta que el trastorno de ATM puede tener múltiples causas y que cada persona puede experimentar diferentes factores desencadenantes. Un diagnóstico adecuado puede ayudar a identificar las causas subyacentes y permitir un tratamiento más efectivo.

Las lesiones en la mandíbula o la articulación temporomandibular pueden ocurrir debido a un traumatismo directo, como un golpe en la cara o un accidente automovilístico. También pueden ser el resultado de una tensión repetitiva en la articulación debido a hábitos como masticar chicle en exceso o abrir la boca de forma exagerada.

El bruxismo, o rechinar de dientes, es otro factor común en el desarrollo del trastorno de ATM. Este hábito involuntario puede ejercer una presión excesiva sobre la articulación y los músculos de la mandíbula, lo que puede llevar a la inflamación y al dolor.

La artritis en la articulación temporomandibular es otra posible causa del trastorno de ATM. La inflamación de la articulación debido a la artritis puede causar dolor y dificultad para mover la mandíbula.

La maloclusión dental, o mala alineación de los dientes, también puede contribuir al desarrollo del trastorno de ATM. Cuando los dientes no encajan correctamente, esto puede ejercer presión adicional sobre la articulación y los músculos de la mandíbula, lo que puede resultar en dolor y molestias.

El estrés y la tensión emocional también se han asociado con el trastorno de ATM. El estrés crónico puede llevar a la tensión muscular en la mandíbula y la cara, lo que puede desencadenar o empeorar los síntomas del trastorno.

En resumen, el trastorno de ATM puede tener múltiples causas y cada persona puede experimentar diferentes factores desencadenantes. Un diagnóstico adecuado por parte de un profesional de la salud especializado en trastornos de la ATM puede ayudar a identificar las causas subyacentes y permitir un tratamiento más efectivo y personalizado.

Tratamiento del trastorno de ATM

El tratamiento del trastorno de ATM puede variar según la gravedad de los síntomas y las causas subyacentes. Algunas opciones de tratamiento comunes incluyen:

  • Medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación
  • Fisioterapia para fortalecer los músculos de la mandíbula y mejorar la movilidad
  • Terapia de relajación y técnicas de manejo del estrés para reducir la tensión muscular
  • Uso de férulas dentales para aliviar la presión en la articulación temporomandibular
  • Cambios en la dieta y evitación de alimentos que puedan desencadenar los síntomas

Es importante trabajar en estrecha colaboración con un profesional de la salud para determinar el mejor plan de tratamiento para tu situación particular. El tratamiento temprano y adecuado puede ayudar a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.

El tratamiento del trastorno de ATM también puede incluir procedimientos más invasivos en casos graves o cuando los tratamientos conservadores no han sido efectivos. Estos procedimientos pueden incluir inyecciones de corticosteroides directamente en la articulación para reducir la inflamación y el dolor, o incluso cirugía para corregir problemas estructurales en la articulación. Además de los tratamientos médicos y dentales, existen terapias alternativas que pueden ayudar a aliviar los síntomas del trastorno de ATM. Estas terapias pueden incluir acupuntura, quiropráctica y terapia con láser de baja intensidad. Si bien la evidencia científica sobre la efectividad de estas terapias es limitada, muchas personas han informado mejoras en sus síntomas después de probarlas. Es importante tener en cuenta que el tratamiento del trastorno de ATM es individualizado y puede requerir un enfoque multidisciplinario. Esto significa que es posible que necesites trabajar con diferentes profesionales de la salud, como fisioterapeutas, dentistas y médicos especializados en dolor, para abordar todos los aspectos de tu condición. Además del tratamiento, es vital adoptar medidas de autocuidado para controlar los síntomas y prevenir su recurrencia. Estas medidas pueden incluir evitar hábitos perjudiciales como morderse las uñas o masticar chicle en exceso, aplicar compresas calientes o frías en la mandíbula para aliviar el dolor y practicar ejercicios de relajación para reducir el estrés y la tensión muscular. En resumen, el tratamiento del trastorno de ATM puede variar según la gravedad de los síntomas y las causas subyacentes. Es importante trabajar con un profesional de la salud para determinar el mejor plan de tratamiento para tu situación particular. Además de los tratamientos médicos y dentales, existen terapias alternativas que pueden ser beneficiosas. El autocuidado también es crucial para controlar los síntomas y prevenir la recurrencia.

Prevención del trastorno de ATM

Aunque no se puede prevenir completamente el trastorno de ATM, hay algunas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de desarrollar esta afección. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Evitar morder objetos duros o masticar chicle en exceso: Al morder objetos duros como bolígrafos o abrir botellas con los dientes, puedes ejercer una presión excesiva en la articulación temporomandibular (ATM) y los músculos circundantes, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastorno de ATM. Además, masticar chicle en exceso puede sobrecargar los músculos de la mandíbula y provocar dolor y disfunción.
  • Adoptar técnicas de relajación para reducir el estrés y la tensión muscular: El estrés y la tensión muscular pueden contribuir al desarrollo del trastorno de ATM. Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, el yoga o la meditación puede ayudar a reducir el estrés y aliviar la tensión muscular en la mandíbula y el cuello.
  • Mantener una buena postura y evitar encorvarse: Una mala postura puede afectar la alineación de la columna vertebral y ejercer presión adicional en la articulación temporomandibular. Es importante mantener una postura adecuada al sentarse y al estar de pie, evitando encorvarse y manteniendo la espalda recta.
  • Evitar apretar los dientes o rechinarlos durante el día: El hábito de apretar los dientes o rechinarlos, conocido como bruxismo, puede ejercer una presión excesiva en la articulación temporomandibular y provocar dolor y disfunción. Si tienes este hábito, es importante buscar formas de controlarlo, como el uso de una férula dental nocturna o la práctica de técnicas de relajación.
  • Evitar comer alimentos duros o difíciles de masticar: Al comer alimentos duros o difíciles de masticar, como nueces o caramelos pegajosos, puedes sobrecargar los músculos de la mandíbula y la articulación temporomandibular. Trata de evitar estos alimentos o cómelos con precaución, cortándolos en trozos más pequeños y masticándolos lentamente.

Si tienes alguna preocupación acerca de tu articulación temporomandibular o si experimentas síntomas del trastorno de ATM, te recomendamos que consultes a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado. Un dentista o un especialista en trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) pueden evaluar tus síntomas, realizar pruebas y recomendarte las opciones de tratamiento más adecuadas para tu caso específico. Recuerda que cada persona es única y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, por lo que es importante buscar atención profesional para obtener el mejor plan de tratamiento para ti.